La tasa de natalidad en España continúa siendo una de las más bajas de Europa. Los motivos por los que las personas retrasan su maternidad y paternidad son tan amplios como dispares, tales como la tasa de desempleo, la precariedad laboral, los bajos ingresos, la dificultad de acceso a la vivienda, la falta de políticas efectivas de conciliación personal-profesional, la priorización del desarrollo profesional o la falta de estabilidad en el ámbito personal, entre otros.